El Paleolítico es un periodo de la historia de la Humanidad que se inició
hace 2,85 millones de años y se extendió hasta hace cerca de 10.000 años. Se
trata de la etapa inicial de la denominada Edad de Piedra, la época marcada por
el desarrollo y uso de herramientas hechas con este material.
Esta se divide en tres: Paleolítico superior, Paleolítico
medio, y Paleolítico inferior.
El paleolítico superior comprende el periodo que abarca los
años 35000 a 10000 a.C. Durante este periodo se extiende el homo sapiens. Las
técnicas de talla de piedra se perfeccionan. Nuevas herramientas de hueso,
cuerno o madera complementan los útiles de los cazadores-recolectores. Se
desarrollan las primeras expresiones artísticas. El frío riguroso deja paso
lentamente a un clima más templado. Los hábitats son a menudo al aire libre o
bien en cuevas y abrigos situados en lugares estratégicos. Se cazan ciervos,
cabras, bueyes y conejos; se recolectan una gran variedad de vegetales y se
pesca en aguas dulces.
EL Paleolítico medio, es la segunda etapa del paleolítico es
el paleolítico medio abarca desde el año 120.000 al 40.000. Es un período de la
prehistoria que se caracteriza por la presencia del hombre de y que
comienza con los inicios de la glaciación – würm, el clima se endurece, la
temperatura media, en los meses más templados, era de 6 – 7ºC y la costa
asturiana se helaba en los meses más fríos creando una placa de hielo que se
adentraba en el mar más de 5km.
El Paleolítico Inferior es la primera etapa de la Edad
Antigua de la Piedra, y abarca aproximadamente entre los 2.500.000 años y los
100.000 a. C. Los primeros seres humanos vivían en hábitats a orillas de ríos y
lagos, dada la importancia del agua para garantizar la supervivencia; esto
queda patente en los yacimientos peninsulares de las terrazas fluviales del
Manzanares, del Jarama y del Tajo.
La vida humana era
nómada, en busca de alimento, y su actividad se basaba en la recolección de
frutos silvestres, la pesca y la caza con los primeros instrumentos de piedra.
Su dieta se basaba en tubérculos, raíces, bayas, moluscos y carne de jabalí,
ciervo, mamut, rinoceronte o elefante. Además, el ser humano aprendió la
utilización del fuego natural producido por los rayos para luchar contra el
frío y conseguir la luz.
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